jueves, 26 de abril de 2012

¿Final española de Champions? Ya veo, ya…


Sinceramente, lo veía venir. Es un hecho muy repetido en la historia moderna: el que vende la moto acaba pagándolo. Madrid y Barcelona, los 2 super equipos de Europa, capaces de marcar goles como churros y de practicar el fútbol champán, han sido eliminados de la Champions League. Eran los favoritos, no sólo en las semifinales, sino también antes de empezar la competición, pero el exceso de confianza y el hecho de subestimar al rival han conseguido lo que ha pasado, que la final sea Bayern de Munich – Chelsea.

El Barsa lo tuvo hecho. Ponerse con 2 – 0 a favor contra un equipo con 10 jugadores suele ser garantía de éxito. Sin embargo, un desajuste en la zaga blaugrana permitió el gol de Ramires justo antes del descanso. A partir de ahí, el fútbol preciosista del Barcelona chocó una y otra vez contra la muralla del londinense.
Eso si, los de Di Matteo tuvieron una suerte que ni se lo creen: Messi falla un penalty, tira una vez al palo, el gol anulado esta bien señalado, aunque es tan justo que podría haberse pitado lo contrario…todo eso, en un partido normal, hubiese significado una victoria culé por 4 – 1. Sin embargo, el deporte rey tiene estas cosas, juegas de maravilla y sólo te puedes acordar de las ocasiones falladas y los 23 disparos efectuados en Stamford Bridge sin premio alguno.

El Chelsea es un gran equipo, merecedor de su plaza en la final pero, como dijo Torres al terminar el partido de vuelta, ellos hicieron lo que tenían que hacer, que era marcar y defender. El Barsa no lo hizo y ha pasado lo que ha pasado: el Chelsea a la gran final de Munich.

Eso si, destaco la actitud de Terry, y no lo hago en el buen sentido. ¿Cómo se puede explicar que, un tío tan bueno y experimentado como el, sabiendo lo que se jugaba sobre el césped y ante la magnitud del rival, hiciera lo que hizo? Una agresión totalmente absurda e infantil a punto estuvo de costarle la eliminatoria a su equipo. No es la primera vez que la cabeza de este central le juega una mala pasada a su equipo y, aunque hayan pasado a la final, el Chelsea debería tomar medidas, no pueden permitirse el lujo de que se le vaya otra vez la pinza.

Lo del Madrid es diferente. La moral que da ganar en el Camp Nou y tener la liga casi atada hacia que en Chamartín pensaran cuantos goles le iban a meter al Bayern. A los 15 minutos de partido ya iba 2 – 0, lo tenía todo para llegar a la finalísima. Sin embargo, había dos cosas con las que no se contaba: que el Madrid no iba a ser el que se esperaba y que enfrente se encontrase un gran equipo.

Lo he escrito en alguna ocasión y me reafirmo en mis ideas, el Real Madrid no me inspira nada. Ayer fue algo parecido a lo que siento del equipo merengue durante toda la temporada. Es un equipo que juega bien, muy bien posicionado en defensa y rápido y letal en los contragolpes. Pero si le quitas la pegada arriba y le añades un fallo en defensa(Pepe se come a Mario Gómez en el penalty) te sale un partido así. Y, aún siendo un partido más bien flojo de los merengues, ganaron el partido y llegaron a los penaltis.

De todos modos, hay que felicitar al Bayern por su partido. Ir perdiendo 2 – 0 en el Bernabeu y sobreponerte es una tarea francamente difícil. Además, fueron ellos los que más peligro generaron y los que llevaron la voz cantante a partir del 2 – 1.
En la prorroga no es que pasara gran cosa, solo se veía a dos equipos fundidos físicamente y una tarjeta amarilla bien sacada a Granero por simular un penalty. La eliminatoria iba a decidirse desde los once metros y ya se sabe que eso es una lotería.
Cuando uno falla un penalty no se sabe si es fallo del que lo tira o acierto del portero. Yo siempre digo que un penalty bien tirado es imparable, mientras que la mayor de las estiradas nunca te asegura el paradón del siglo. El Madrid tiene especialistas de sobra en la materia: Cristiano, Kaka y Ramos han marcado goles de falta, unos más y otros menos, pero han demostrado que saben disparar. Ayer fallaron los tres. Si la tanda se alargó fue porque Casilla siempre hace de las suyas y paró dos penas a Lahm y a Kroos, que tampoco son cojos. Aunque con los de Alaba, Mario Gomez y el del rubio con nombre impronunciable no pudo hacer nada. Se terminó el asalto a la décima del Madrid.

El Bayern mereció pasar porque el Madrid tampoco hizo lo que tenía que hacer, que era golpear, golpear y golpear a base de goles(como hace con cualquier equipo de la liga BBVA). Eso si, a pesar de que no soy merengue me da pena no ver ningún equipo español en Munich peleando por la competición europea suprema.

Tanto bombo con lo de los mejores equipos del mundo para ver como caen ante equipos teoricamente inferiores. Sigo pensando que han pecado de soberbia, más que los clubes los periodistas, porque vendían la final española antes de clasificarse y eso, ante equipos como los que la jugarán de verdad, es imperdonable. De todos modos, ¡enhorabuena a los justos vencedores!

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